El viento corta mi cara como el cincel de un escultor sobre la escayola...noto el frío en mis dientes por la tierna apertura de unos labios que no se dejan cerrar por la inercia. Un nudo como el ovillo con que juega un gato se siente en el estómago loco juguetón. En un instante se para el tiempo y notas flotar de pronto un vértigo se abalanza sobre el cuerpo que estalla como fuegos artificiales dentro de mí, una euforia reprimida en el interior ...hasta que todo cesa después de la caída por el precipicio. El cuerpo queda marcaddo por la caída y el pelo alborotado por la juguetona máquina de la montaña rusa...¿te animas a subir a tus emociones?

¿Dónde?

Catástrofe, ¿pero qué? ¿donde están? ¿Alguien lo sabe? Mis besos de chocolate no están en el cristal lacrado de mi frágil cuerpo. Dónde podrán estar, en que boca estarán perdidos, no me gustaría que cayeran en húmedas nubes de azúcar que llamáis labios pues los reservo para mi príncipe rojo, para quien de verdad se lo haya ganado tras largas batallas detrás del rastro de mi perfume. Qué será de ellos ¿estarán bien? si alguien lo sabe que por favor me lo diga y me quite la angustiosa preocupación tempranera y pueda rescatarlos de su prisión. Mis pequeños sentimientos están en algún sitio esparcidos pero seré valiente de resctarlos ya que no hay nadie que los reclame como suyos ni luche por mí y por ellos. me iré por ellos y volveré otra vez con mi cajita lacara llena y voleré a dormir tranquila junto a ellos esperando al bello ideal. Cháo, estaré aqui prontito. No os puedo mandar besos puesto que como sabéis no los tengo...así que me limitare a deciros que guardéis bien los vuestros y no dejéis que os los roben.

Hasta mañana, Tristana.

Esta madrugada se irá una parte de mí, alguien me arrancará un pedacito de mi corazón guardándoselo en su bolsillo de plata. Volveré a verte mi Tristana en dos semanas en las que cada segundo me parecerá un milenio revertido en el tiempo celoso de nosotras. Hoy te vi tu lindo rostro dejando escapar por tus dedos de barquillo un sedoso beso sabor chocolate institutero que he guardado con tanto recelo en mi cajita de latón esperando a su dueña. Como ese chocolate amargo que tanto nos gusta y que no queremos dejar de saborear en la boca fue tu presencia en mi pequeña burbuja desapareciendo el sabor agridulce de la despedida. El resignado consuelo de que estarás bien volviendo a tus mundos de infancia me acerca al anhelo con sabor a lacasitos. Ciáo! ameur, viajaré contigo tras mi metamorfosis en cuerda naranja, azul y verde entrelazada. Tu musa Julieta velará el vacío espacio de frescor azul que dejas en tu odiada alcalá.
Llévate mis besos de chocolate que no los quiero si tu no estás conmigo, y por favor..pásatelo "superguay".
Béri Béri gúzzz mái lóbe.

UPS! Me enamoré

Ups! lo volví a hacer, volví a recorrer aquellos paisajes imaginarios, aquellos besos deseados, como el paseo de un sonámbulo inconsciente de su camino.

Recorrí pasajes conocidos a los que juré no volver, pero algo me impulsaba y dominaba como una respuesta a un estímulo terroríficamente apasionado. Cualquier movimiento en falso puede dejar al descubierto lo que el ser consciente que hay en en mí impide nacer de mis labios sellados lo que profundamente siento. Atormentada de nuevo, absorta en un deseo culminante sólo en la imaginación. Reflejada en el espejo del agua de lágrimas, sopa que alimenta la insaciable pasión enrabiada por un capricho de niña. La golfa de la mente que se resiste a aprender del error, el golfo corazón que lucha por no olvidar el amor que no me deja ser libre y volar a mis nubes de papel lila. El desconocido futuro de si será un error como el primero, o el triunfo del deseo por primera vez de unir las dos almas, la pura certeza de retornar a los paisajes imaginarios que estoy recorriendo, aquellos besos que estoy deseando, sonámbula inconsciente de mi paseo volviéndolo a caminarlos y que ...ups! siempre recorreré.

Nescafé

Con un suspiro de alegría contaba las horas de poder contemplar , oler, tocar, besar a su príncipe azul. Le encantaba pensar en él mientras olía el nescafé que calentaba sus manos y su cuerpo, pero no tanto como el recuerdo de su amado.

A la llegada del fin de su espera, tras nones de horas, se encontró con su bello ideal que portaba en su perfecta mano un narciso amarillo brotando de su mano como una flor del tallo. con su cara felina esperaba inquieta y en cólera de poder abrazarlo que a mayor su deseo más lento se movía el mundo. Por fin tras grandes segundos, en medio de un camino de hojas cubierto de otoño, permanecían unidos como las ramas entrelazadas del árbol que perdura durante las estaciones. Pero brotaba en ella la rabia de pensar en la separación de sus cuerpos en su mente, y abrazó con más fuerza a su amando impidiendo ser separados por el caprichoso destino.

Condenada

Moribunda sobre una cama, postrada para la eternidad, hechizada por la pícara bruja de la naturaleza accidentada. Dormida como el oso en invierno perezosa de no volver a despertar de su interminable sueño.

Ya no hay dolor, no hay sufrimiento, tampoco alegría, todo se ha sumergido en un cielo oscuro provocado por un dardo del destino que la llevó al reposo. Recorre en otro mundo un río de aguas doradas como aquel oro fundido reluciente. Seducida por la voz del Romeo descanso que la lleva por paisajes de otros mundos como la doma del caballo dirigiendo su camino, por cielos nunca vistos.

El olvido de la vida pasada, el olvido de su persona, la inconsciencia de la realidad, del verdadero martirio, que la condena a su prisión de algodón reflejo de la misma vida del racimo de flores blancas en el jarrón colocado a su lado en la habitación blanca.. .

Ridícula historia

Érase una vez una longaniza que le gusta comer torrijas. Una vez conoció a un gato, llamado Paco, a que le encantaba el tomate. Se hicieron muy amigos y un día paseando por el bosque encontraron a una termita, llamada Paquita, que la encantaba el jamón. Paseando todos juntos por un robusto torrente, el de San Vicente, encontraron un zapato. Era tan brillante que parecía de oro y lo trataron como un tesoro, pero la pena era que tenían el talón tan pequeño que sobraba hasta los tres enteros.

P.D.: Éste deslíz tiene una explicación lógica que una personita de por hay entiende esto.....¿verdad Tristana?